En 1969, siendo ya una artista
reconocida y querida en Francia, comenzó a enviar a su amigo historiador Germán
Arciniegas una serie de cartas en las que le explicaba esos años de calamidades
que conformaron su infancia; éste, profundamente impresionado por el relato de
la artista, le mostró las cartas a Gabriel García Márquez, que la animó a
seguir escribiendo. Tras casi 30 años de correspondencia, Arciniegas consiguió convencer
a Emma Reyes para que publicara sus cartas, a lo que ella accedió con una única
condición: que se publicaran después de su muerte.
El resultado de esos años
(1969-1997) en los que Reyes rescata y relata su memoria por correspondencia es
este maravilloso libro, publicado por primera vez en Colombia en 2012 y en
Europa en 2015. En él, la colombiana relata con una sencillez y lucidez
impactantes los recuerdos de su desgraciada infancia, ante los cuales es muy
difícil no conmoverse.
Es fascinante ver como una niña
que fue abandonada, que nunca fue a la escuela, que aprendió a leer y a
escribir cuando era prácticamente una adolescente, consiguió dejar atrás tanta
miseria y convertirse en una reconocida artista. Y es que supo expresar a
través del arte su dolor y su desamparo vital.
De lo que ocurrió después de que
Emma Reyes se escapara del convento en el que vivía recluida, momento en el que
acaba el libro, hasta convertirse en una afamada artista en París se saben
pocas cosas. Para aclarar el misterio, Diego Garzón, editor de la revista SoHo,
le dedicó su gran trabajo de investigación, “¿Qué pasó con Emma Reyes?”, que le
valió el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar a la mejor crónica periodística.
Por si os interesa saber más, aquí os dejo el enlace http://www.soho.co/historias/articulo/que-paso-con-emma-reyes-por-diego-garzon/29333.
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