lunes, 20 de noviembre de 2017

El pacifista, John Boyne

Parece que el autor irlandés no acaba de cuajar en nuestro país con sus novelas para adultos. Tras hacerse mundialmente famoso con su novela juvenil El niño con el pijama de rayas (2006), algunas editoriales europeas se apresuraron en publicar las obras anteriores de Boyne, en concreto cuatro novelas para el público adulto. En España, fue Salamandra quien apostó por el autor. Tras publicar La casa del propósito especial, en 2009, y constatar la buena acogida por el público, la editorial se animó a publicar en castellano en 2011 la primera de esas cuatro novelas, El ladrón de tiempo (2000).

Ese mismo año, John Boyne publicó El pacifista, una historia ambientada en los años de la Primera Guerra Mundial y contada en dos tiempos: 1916, cuando el joven Tristan Sadler se alista y coincide con otro joven soldado, Will Bancroft, en el campamento de instrucción de Aldershot y juntos son enviados a Francia, y 1919, cuando, acabada la guerra, Sadler viaja a Norwich para devolverle a la hermana de Will las cartas que ésta le envió. Son muchos los temas que Boyne quiere tratar en la novela, pero son esencialmente tres sobre los que se construye la historia: la homosexualidad, la culpa y la objeción de conciencia.
La homosexualidad está presente en la relación tensa y compleja que surge entre Tristan y Will. El primero acepta sus sentimientos, pero el segundo se avergüenza de ellos y martiriza a Tristan por ello. Los celos, la ira, la desesperación y la venganza marcarán la convivencia de los dos jóvenes hasta su final abrupto y trágico, cuando Will es juzgado por cobardía y ejecutado en el campo de batalla.
La culpa empieza por carcomer a Sadler en el momento en que su amigo Will muere. Poco a poco irá devorando sus entrañas y le impulsará tomar la decisión de, una vez acabada la guerra, viajar a Norwich a conocer a la familia de Will. Con la excusa de devolver las cartas que la hermana de Will le envió a éste durante la guerra, Tristan busca poder aligerar el peso de la culpa y tratar de conocer mejor a su desaparecido amigo.

La objeción de conciencia es un tema muy complejo que nos lleva a reflexionar acerca de la valentía y la cobardía. ¿Quién es más valiente? ¿El que sale a jugarse la vida y la pierde por algo en lo que no cree o el que la pierde por defender aquello en lo que cree? Will, un objetor convencido, se niega a participar en cualquier acción que sus superiores le ordenan y por ello es ejecutado. Lo ocurrido en aquellos meses de 1916 es la esencia de la persona en la que Tristan Sadler se convierte.
John Boyne orquesta una historia perfecta, dándonos en cada capítulo la dosis de información necesaria para mantener el ritmo de la novela. A medida que nos vamos acercando al final, empezamos a entrever lo que Boyne aún no nos ha contado, lo intuimos y lo tememos. A cada página, como en un crescendo magistral, oímos cada vez más cerca el redoble final, que llega cuando el autor nos transporta 6 décadas hacia adelante y nos encontramos en un hotel de Londres a un Tristan Sadler de 80 años que, esta vez sí, está decidido a expiar, de una vez por todas, su profunda culpa.
John Boyne es mucho más que El niño con el pijama de rayas. Sus dos últimas novelas publicadas, A history of loneliness (2014), cuya reseña podéis leer aquí, y The heart’s invisible furies (2017), dan testimonio de su crecimiento como escritor. Por alguna razón, no han sido publicadas en lengua española; es como si la estela que dejó la novela que le lanzó a la fama se hubiera ido apagando y ya no iluminara sus nuevas obras; pero lo cierto es que éstas brillan con luz propia y son mucho más maduras, sólidas y completas que aquellas primeras que pocos quisieron conocer.

 

lunes, 6 de noviembre de 2017

Memoria por correspondencia, Emma Reyes

La artista colombiana Emma Reyes (Bogotá, 1919 – Burdeos, Francia, 2003) tuvo una vida de lo más inusual. Huérfana desde muy pequeña, es dejada, junto a su hermana mayor Helena, al cuidado de una señora que no sabemos muy bien quién es. Y no es que no lo sepamos nosotros, es que tampoco lo sabían las niñas, que sufrieron un verdadero infierno junto a quien se suponía que debía cuidarlas. Abandonadas de la forma más cobarde, cruel y triste que uno pueda imaginar, las niñas son enviadas a un convento donde Emma pasará los años más amargos de su vida.

En 1969, siendo ya una artista reconocida y querida en Francia, comenzó a enviar a su amigo historiador Germán Arciniegas una serie de cartas en las que le explicaba esos años de calamidades que conformaron su infancia; éste, profundamente impresionado por el relato de la artista, le mostró las cartas a Gabriel García Márquez, que la animó a seguir escribiendo. Tras casi 30 años de correspondencia, Arciniegas consiguió convencer a Emma Reyes para que publicara sus cartas, a lo que ella accedió con una única condición: que se publicaran después de su muerte.

El resultado de esos años (1969-1997) en los que Reyes rescata y relata su memoria por correspondencia es este maravilloso libro, publicado por primera vez en Colombia en 2012 y en Europa en 2015. En él, la colombiana relata con una sencillez y lucidez impactantes los recuerdos de su desgraciada infancia, ante los cuales es muy difícil no conmoverse.

Es fascinante ver como una niña que fue abandonada, que nunca fue a la escuela, que aprendió a leer y a escribir cuando era prácticamente una adolescente, consiguió dejar atrás tanta miseria y convertirse en una reconocida artista. Y es que supo expresar a través del arte su dolor y su desamparo vital.

De lo que ocurrió después de que Emma Reyes se escapara del convento en el que vivía recluida, momento en el que acaba el libro, hasta convertirse en una afamada artista en París se saben pocas cosas. Para aclarar el misterio, Diego Garzón, editor de la revista SoHo, le dedicó su gran trabajo de investigación, “¿Qué pasó con Emma Reyes?”, que le valió el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar a la mejor crónica periodística. Por si os interesa saber más, aquí os dejo el enlace http://www.soho.co/historias/articulo/que-paso-con-emma-reyes-por-diego-garzon/29333.
 
 
 


 

jueves, 2 de noviembre de 2017

La nieta del señor Linh, Philippe Claudel

No todas las historias sencillas son fáciles de escribir. Al contrario, cuanto más simple y desnudo es el argumento, más difícil es saber cómo encarrilarlo para que la historia no resulte sosa, llana o repetitiva. Sin el amplio cojín que proporcionan las historias complejas, plagadas de elementos accesorios y referencias constantes, una novela como La nieta del Señor Linh (2005) podría caer fácilmente en la cursilería o en el aburrimiento.

Pero no es así. Philippe Claudel sabe dónde reside la fuerza de su historia: en lo que no se ve y en lo que no se dice. En una novela tan corta como ésta en la que aparentemente no pasa nada, se nos habla sin embargo de temas tan profundos como el miedo, la amistad, el amor, la tristeza y, por encima de todos ellos, el desarraigo.

El señor Lihn es arrancado de su país en guerra, que no sabemos cuál es pero que podría ser Vietnam, o Camboya, y es enviado en un barco lleno de supervivientes a un país europeo que podría ser Francia. Cuando desembarca en un puerto que podría ser Marsella, ha dejado atrás su tierra, sus tradiciones, su cultura y a sus hijos muertos, y lo único que le queda es una nieta de pocos meses que aprieta contra su pecho como si ella fuera, y es, su salvavidas.

En tierra extraña, lejos de todo lo que él siempre ha conocido, el señor Linh es forzado a vivir con otros inmigrantes tan perdidos como él. No sabe qué es lo que tiene que hacer, ni cómo hacerlo, ni cómo se supone que tiene que vivir a partir de ahora, por ello se afana en cuidar y proteger lo único que para él tiene algún sentido: su nieta. Sin entender una palabra de lo que escucha, el señor Lihn acostumbra a pasear con su pequeña Sang Diu por un parque cercano al piso de acogida que comparte con sus compatriotas. Allí, sentado en un banco, conoce al señor Bark, un afable viudo que no duda en compartir con el señor Lihn su soledad. Entre ellos nace una amistad pura, pues ni uno entiende al otro cuando habla ni el otro entiende nada de lo que escucha; pero el sentimiento de que están compartiendo algo íntimo y único les lleva a buscarse y a encontrarse, a disfrutar de la presencia del otro y a echarse de menos cuando no pueden verse.

Cuando el señor Lihn es obligado a trasladarse a una residencia de ancianos, su única obsesión es poder volver a encontrar al señor Bark. Para ello desafiará el orden establecido y emprenderá una huida junto a su nieta que terminará de forma inesperada. Aunque algunos hayan tildado el final de la historia del señor Lihn de blando o flojo, para mí es profundamente conmovedor y triste, y nos hace repensar la novela de nuevo desde la primera palabra. No dejéis de leerla si tenéis oportunidad.

 

miércoles, 25 de octubre de 2017

El libro de mi destino, Parinoush Saniee

Tengo que decir que pocos libros me han hecho disfrutar tanto como éste. Por varias razones. Primero porque es un libro que no tiene más pretensión que contar una historia, la de Masumeh, tal y como fue, sin alharacas ni aspavientos, con sencillez y honestidad. Segundo, porque su fuerza no reside ni en la magnificencia del lenguaje, ni en una vasta demostración de conocimientos históricos, ni en adornos, giros o sobresaltos. Su fuerza son sus personajes. Para crearlos, Saniee echó mano de sus estudios estadísticos como socióloga y de sus perfiles humanos como psicóloga para darles credibilidad y una base sólida. A pesar de todo, su novela fue prohibida en su país, Irán, en reiteradas ocasiones, hasta que consiguió ver la luz en 2014.

La vida de la joven Masumeh en el Teherán de los años previos a la revolución de 1979 no es más ni menos que la historia de Irán desde los años del Shah Reza Pahlevi hasta la actualidad, pasando por la revolución islámica que acabó con el ascenso al poder del ayatolah Jomeini. Masumeh, con 16 años, a lo único que aspira es a poder estudiar y a no verse relegada al papel que la sociedad tradicional persa les tenía reservado a las mujeres: quedarse en casa a esperar a que las casaran con algún hombre elegido por su familia.

Cuando conoce al joven Said y ambos se enamoran, el honor de la familia entra en juego y da al traste con las ilusiones de Masumeh: se le prohíbe seguir estudiando y se la encierra en casa donde es sometida a la más brutal violencia, tanto física como verbal, por parte de sus hermanos y del resto de su familia. Es impactante el trato tan denigrante y vejatorio del que es objeto, el sufrimiento que se le infringe por haber mancillado el nombre de su familia. La única salida digna que le queda a Masumeh es casarse con alguien rápidamente y salir del hogar familiar, donde es repudiada e insultada.

El hombre elegido es Hamid, un hombre afable, culto y entregado a sus actividades políticas, que casi no presta atención a su joven esposa ni a los hijos que van llegando. Y es aquí cuando empieza su verdadera lucha: la de una mujer sola, con hijos pequeños a los que criar, con un marido ausente al que no abandonará cuando éste es perseguido y apresado por sus ideas políticas.

Y así, gracias a Masumeh, asistimos al complejo proceso de revolución y reinvención que ha sufrido Irán desde entonces hasta la actualidad. Y cuando los años aligeran la carga de esta mujer y puede por fin volar libre, se enfrenta de nuevo al drama de tener que elegir entre su felicidad personal o las normas que imponen las tradiciones.

No dejéis de leer a Parinoush Saniee si os entusiasman las historias contadas con valentía y sin miramientos, con la descarnada verdad como motor de la vida. Ya pude catar el buen hacer de esta magnífica autora con su novela Una voz escondida, cuya reseña podéis leer aquí. Pero con El libro de mi destino ha logrado convencerme de su fuerza como escritora y como mujer. Si sois, como yo, defensoras acérrimas de los derechos y libertades de las mujeres, disfrutaréis con este libro de una lectura significativa e impactante.
También os recomiendo leer la entrevista que se le hizo en Babelia en agosto de 2014 cuando su novela fue por fin publicada.

viernes, 13 de octubre de 2017

Pandora al Congo, Albert Sánchez Piñol

Contra el ruido, el silencio. Contra la ignorancia, los libros. Muchos estaréis de acuerdo en que no hay mejor manera de evadirse de lo que a uno le rodea que una buena historia. Tal y como os decía en el último post, iba a reseñar cada uno de los libros que leí este verano. El primero de la lista es Pandora al Congo, (2005) del genial Albert Sánchez Piñol. Conocí al autor gracias a mi amiga Susanna Vilagran, que me regaló hace ya años la primera novela de Sánchez Piñol. Si ya leísteis La pell freda, 2002 (La piel fría), sabréis que el catalán es un maestro a la hora de plasmar sociedades imposibles en las que las relaciones entre seres humanos y seres indefinidos no hacen más que evidenciar nuestros miedos, anhelos y sueños. Sánchez Piñol, antropólogo y africanista, aprovecha sus extensos conocimientos sobre el Congo, país al que viajó en varias ocasiones para escribir su tesis doctoral, para orquestar una novela que, como un juego de muñecas rusas, esconde dentro de ella otras historias que desvelarán, a su vez, una nueva realidad.

El punto de partida de Pandora al Congo es el Londres del inicio de la Primera Guerra Mundial. Allí, Tommy Thomson, un joven que trata de ganarse la vida como negro literario y que malvive en una peculiar pensión regentada por la inefable señora Pinkerton y habitada por personajes cuanto menos pintorescos, conoce por casualidad al abogado Edward Norton, que le encarga un trabajo muy singular. El cliente de Norton, un minero galés llamado Marcus Garvey, está acusado de haber matado a dos jóvenes hermanos, aristócratas ingleses, a los que acompañó en una expedición al Congo. Todas las pistas apuntan a que Garvey es culpable, pero Norton, encargado de su defensa, le pide a Tommy que se entreviste con aquel en la cárcel para que le explique su versión de los hechos, escriba un libro sobre su relato y que éste les sirva para exculparlo.

Es aquí donde empieza la asfixiante narración de estos tres personajes en el Congo; una historia sobre opresores y oprimidos que no saben que bajo el ardiente suelo del África más profunda se esconde el terror más absoluto.

Si en La pell freda Albert Sánchez Piñol nos hizo sentir miedo, frío y desamparo, en Pandora al Congo no podemos escapar al calor, la asfixia y la claustrofobia.

No dejéis de leer a este autor si no lo conocéis. Estoy segura de que os sorprenderá su facilidad por hilar historias sin dejar nada al azar.

 

jueves, 21 de septiembre de 2017

Lecturas del verano

Publicaba hace ahora tres meses, el primer día del verano, una entrada con 20 libros que ocurren en esta estación para animaros a leer durante estos meses que acabamos de dejar atrás. Yo seguí mi propio consejo y estos tres meses han resultado muy productivos en cuanto a lectura se refiere. Con un cambio de ciudad, de colegio, de casa y de vida de por medio, he sido capaz de encontrar el tiempo suficiente para dar cuenta de nada menos que 16 novelas. Empecé este periplo en el Congo y lo he acabado conociendo a unas mujeres realmente fascinantes.
 
En este post os hago una breve sinopsis de cada una de estas historias, y en entradas posteriores tendréis reseñas completas de todas ellas.
 
 


Marcus Garvey, encarcelado en Londres, puede ser condenado a muerte. Le acusan de haber asesinado a dos hermanos, William y Richard Carver, aristócratas ingleses, en una expedición para encontrar diamantes en la selva del Congo. Para salvar a Garvey, su abogado encarga a un escritor anónimo que le entreviste en la cárcel y escriba el relato de lo que realmente ocurrió en África, con la esperanza de que el libro pueda ser útil para su defensa.
La historia avanza en dos escenarios muy contrastados: por un lado, vivimos la convencional sociedad inglesa de la pensión de la señora Pinkerton; por el otro, la acción traslada al lector a un lejano rincón de selva, donde los aventureros descubren, atónitos, un mundo subterráneo extrañamente habitado.
 
La novela retrata la vida en Teherán desde los años previos a la revolución de 1979 hasta el presente a través de la mirada de Masumeh, una mujer inquieta e inteligente criada en el seno de una familia tradicional iraní. Masumeh tiene quince años cuando conoce a Said, un aprendiz de farmacéutico, y entre ambos nace un sentimiento intenso y difícil de esconder. La relación termina saliendo a la luz, lo que provoca una inmensa decepción en su padre y la feroz oposición de sus hermanos. Condenada a recluirse en casa y aislada del mundo exterior, la única vía de escape es un matrimonio concertado. El elegido es Hamid, un hombre afable, culto y entregado a sus actividades políticas, que casi no presta atención a su joven esposa ni a los hijos que van llegando. Así pues, a lo largo de los siguientes treinta años, Masumeh sufrirá en carne propia las radicales transformaciones que experimentará Irán hasta que, cumplidos sus deberes de madre, un giro inesperado la obligará a escoger entre la felicidad personal o salvaguardar el honor que imponen las tradiciones.
 
Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, el señor Linh desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu. Instalado en un piso de acogida, el señor Linh sólo se preocupa por ella, su única razón de existir hasta que conoce al señor Bark, un hombre robusto y afable. Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que, capaces de comprenderse en silencio, se encuentran regularmente en un banco del parque. Pero, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El coraje y la determinación del anciano conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor.
 
 
En 1969, la artista colombiana Emma Reyes envió a un amigo historiador la primera de las 23 cartas en las que le revelaba cómo había transcurrido su infancia. En ellas, Reyes describe las adversidades que vivió durante su infancia en Colombia a comienzos del siglo xx junto a su hermana mayor, la mayor parte de la cual transcurrió en un convento. Relata sin autocompasión, con inteligencia de adulta pero con ojos de niña, y logra transmitir al lector las mismas sensaciones que ella sintió.
 
 
 
Septiembre de 1919. El joven de veintiún años Tristan Sadler coge un tren de Londres a Norwich para devolver a Marian Bancroft las cartas que escribió a su difunto hermano Will durante la Gran Guerra. Tristan y Will fueron amigos íntimos, pero devolver las cartas es sólo el pretexto de la visita. Tristan guarda un doloroso secreto en lo más hondo de su ser, aunque está dispuesto a compartirlo con la hermana de su amigo, si finalmente consigue reunir el valor necesario. El relato de su experiencia de la crueldad y la sinrazón de la guerra está marcado por su amistad con Will, primero en el campo de instrucción y después en las trincheras del norte de Francia, una amistad que trajo consigo una intensa sensación de autoconocimiento y felicidad, pero también de desconcierto y dolor.
 
 
En 1936, los Schwart, una familia de inmigrantes escapada de la Alemania nazi, se instala en una pequeña ciudad de Estados Unidos. El padre, un profesor de instituto, es rebajado al único trabajo al que tiene acceso: sepulturero y vigilante de cementerio. Los prejuicios locales y la debilidad emocional de los Schwart suscitan una terrible tragedia familiar. Rebecca, la hija del sepulturero, comienza entonces su sorprendente peregrinación por la América profunda, una odisea que la obligará a reinventarse a sí misma.
 
 
 
En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice.

En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se quieren.
 
 
 
Barcelona, 1387. Las campanas de la iglesia de Santa María de la Mar siguen sonando para todos los habitantes del barrio de la Ribera, pero uno de ellos escucha su repique con especial atención... Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, a sus doce años trabaja en las atarazanas gracias a la generosidad de uno de los prohombres más apreciados de la ciudad: Arnau Estanyol.
Pero sus sueños juveniles de convertirse en constructor de barcos se darán de bruces contra una realidad dura y despiadada cuando la familia Puig, enemiga acérrima de su mentor, aproveche su posición ante el nuevo rey para ejecutar una venganza que llevaba años acariciando.
A partir de ese momento, la vida de Hugo oscila entre su lealtad a Bernat, amigo y único hijo de Arnau, y la necesidad de sobrevivir.

Ernesto, un publicitario de éxito y entusiasta de los placeres de la vida, navega con su velero entre las islas de Patmos y de Icaria en compañía de su hijo de siete años Marc, de su pareja Sophie y del pequeño Max, hijo de Sophie. Hay mala mar. Cuando empieza a ponerse el sol, el velero choca con los restos de un naufragio y Marc cae al agua. Así empieza la historia. El lector seguirá la búsqueda desesperada del padre, el sentimiento de culpa y la crisis que le lleva a las puertas de la locura. Y seguirá, en paralelo, la aventura del hijo, que la misma noche del accidente es rescatado por una lancha cargada de familias de Siria y Afganistán que tratan de llegar a las costas de Samos. Sin que nadie lo sepa, el pequeño Marc vivirá la aventura incierta de los refugiados.


Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Una noche de verano la policía secreta soviética irrumpe encasa de Lina, una joven de quince años, y se la lleva junto con su madre y su hermano. Su padre, profesor universitario, ha desaparecido. A través de una voz sobria y poderosa, Lina relata el largo y arduo viaje que emprenden hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape son los dibujos que quiere hacer llegar a su padre para que sepa que siguen vivos y el amor que siente por Andrius, otro joven deportado.



Después de dejar a su marido ingresado en un hospital psiquiátrico en el norte, una mujer regresa en tren a Madrid. En el vagón, un desconocido, para amenizar el viaje, le pregunta de pronto: ¿Le apetece que le cuente mi vida? Se trata de Ángel Sanagustín, psiquiatra que trabaja en la misma clínica y estudioso de los trastornos de la personalidad a través de los relatos y los escritos de los pacientes. Esos textos son los que guarda en una carpeta roja que lleva consigo. Hay casos de esquizofrenia, de dobles vidas, de paranoicos convencidos del control gubernamental a los ciudadanos mediante la clasificación de sus desperdicios.... Cuando el psiquiatra baja un momento en una de las paradas en busca de un refresco y pierde el tren, la mujer tiene en sus manos la carpeta con los escritos. Irresistiblemente, querremos leerlos con ella.

Una pregunta, una decisión rápida y Brian Darby yace muerto en el suelo de la cocina. Su mujer, Tessa Leoni, agente de la policía estatal, declara haberlo matado en defensa propia y tiene heridas que lo confirman. Para la veterana detective D.D. Warren debería ser un caso fácil, pero, ¿dónde está la hija de seis años? Mientras la investigación entra en una búsqueda frenética de la niña desaparecida, la detective Warren ha de compartir caso con su antiguo novio, Bobby Dodge, para conseguir desentrañar los entresijos del cuerpo de policía estatal de Boston y de paso desenterrar algunos secretos familiares. ¿De verdad dispararía una agente bien entrenada a su propio marido? ¿Haría daño una madre a su propia hija?
Pero para Tessa Leoni lo peor no ha llegado aún. Sin vuelta atrás. Sin nadie en quien confiar. Tiene un único objetivo y usará toda su energía y sus conocimientos para hacer lo que ha de hacer. Ningún sacrificio es demasiado grande, nada es inconcebible. Una madre sabe a quién ama. Y todos los demás van a pagar.

Una mañana de finales de verano tres encapuchados atracan un banco a mano armada en pleno centro de Klintehamn, una pequeña localidad en la costa oeste de la isla de Gotland. En su huida en un coche robado, los ladrones atropellan a una niña de seis años. Cuando la policía da con la casa de campo abandonada donde se ocultan, encuentran el cadáver de uno de los delincuentes, pero ni rastro de los otros dos miembros de la banda. El comisario Anders Knutas y su compañera Karin Jacobsson se encargan de la investigación. Para empezar, solo cuentan con dos datos que pueden ser de ayuda: el primero es que, según un testigo del robo, uno de los ladrones era una mujer, y el segundo, que existen conexiones con los clubes de motoristas de Gotland. Cuando ninguna de estas pistas da sus frutos, Knutas decide retomar un caso ocurrido hace años. Por su parte, el periodista Johan Berg empieza a hacer su particular aportación al caso, pero no puede sospechar que la tragedia está a la vuelta de la esquina.

 
Un grupo heterodoxo, formado por cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiante de Bellas Artes, se conoce en un viaje a París de cuatro días que les durará toda la vida, como un ancla a los años de los grandes anhelos. Marc, Mateu, Lidia, Ada y Santi entrelazan sus vidas y, a pesar de sus aparentes diferencias, nada parece que pueda romper lo que tienen en común y lo más preciado: su amistad. Pero la vida no se para y los va alejando de los años de juventud, cuando todo era puro instinto y ambición.



Han pasado seis meses. David Gurney apenas ha conseguido reincorporarse a una cierta normalidad después de haberse encontrado al borde de la muerte tras resolver el caso más peligroso al que se había enfrentado. Madeleine, su esposa, está preocupada; Gurney ha sido diagnosticado con síndrome de estrés post traumático y nada parece alegrarle. Días después el ex detective recibe una llamada. Connie Clarke, la periodista que creó la leyenda de superpoli y lo catapultó a la fama quiere pedirle ayuda. Su hija Kim está realizando un documental sobre las familias de las víctimas de un asesino en serie al que nunca atraparon, el Buen Pastor, y Connie quisiera que Gurney supervisara sus investigaciones y la guiara. En parte por aburrimiento y en parte por hacerle un favor a Connie, Gurney acepta. Sin embargo, esto no será más que el principio. Incapaz de ponerle coto a su curiosidad y a su necesidad de resolver cada una de las incógnitas que se le presentan, David Gurney se verá arrastrado a una investigación para descubrir la verdadera identidad del asesino. Un asesino que es tan imprevisible como peligroso, un diablo al que convendría dejar en paz.

¿Quién fue Enheduanna? ¿Y Émilie de Châtelet? ¿Por qué los maestros cerveceros consideran su mentora a Hildegarda de Bingen, una monja del siglo XI? ¿Fue Marie Curie merecedora de los dos premios Nobel de ciencias que recibió? ¿Habría sido posible descifrar la estructura del ADN sin el trabajo de Rosalind Franklin? ¿Por qué es tan desconocida la mujer que desentrañó la estructura de la penicilina? ¿Qué papel tuvieron las mujeres durante la Edad de Plata que la ciencia vivió en la Segunda República española?
En este libro rescatamos la historia de algunas de las mujeres que han hecho contribuciones relevantes en la ciencia y, paralelamente, para entender por qué fueron tan escasas y hoy son tan desconocidas, realizamos un recorrido por la historia.
 
 
 
 
 


miércoles, 21 de junio de 2017

20 libros que transcurren en verano

Hoy es el primer día de verano, momento del año ansiado por unos y temido por otros. Pero en cualquier caso, es tiempo de tomarse las cosas con calma, de disfrutar del buen tiempo, de poner nuestras carnes a tostar al sol y de refrescarse en el agua del mar, el río, el lago o la piscina. Durante las horas de calma chicha cada uno se dedica a lo que más le apetece, que en mi caso y en el de muchos otros es leer. Y yo, como tengo poca personalidad, me sumo a la moda de las listas y os traigo un Top 20 con novelas que transcurren en verano.
¡Feliz verano de lecturas!


Tara Road, Maeve Binchy, 1998.
Editorial Salamandra
Páginas: 432

Excelente novela de una de mis autoras preferidas. Ahora que está tan de moda el intercambio de casas para pasar las vacaciones de una manera cómoda y económica, con plataformas como Guest to Guest o InterHome, esta historia nos cuenta un intercambio de casas en la era pre-internet a través de sus dos protagonistas.

"Una es irlandesa y la otra norteamericana, no se conocen y sus vidas tienen poco o nada en común. Ria Lynch vive en una gran casa victoriana sita en Tara Road, en Dublín, y está siempre rodeada de gente. Marilyn Vine, en cambio, es una mujer reservada e independiente, a quien le gusta hacer las cosas a su manera, y reside en una ciudad universitaria del este de Estados Unidos, dedicada por completo a su carrera. Sería difícil imaginar dos personas más diferentes que éstas y, sin embargo, tras una breve conversación telefónica, deciden intercambiar casas durante el verano. Ambas esperan que la distancia las ayude a superar las profundas crisis vitales que están atravesando, pero lo que no sospechan es que durante ese verano mágico acabarán prestándose también partes de sus vidas. De esta forma, una historia que empezó con pérdidas y sufrimiento se transforma en el descubrimiento de una inesperada amistad y la recuperación de la esperanza. Cuando finalmente Ria y Marilyn se encuentran, se dan cuenta de que una ha cambiado la vida de la otra para siempre."
 
Para aquellos que prefieren las películas a los libros, hay una adaptación al cine de esta novela protagonizada por Andy MacDowell (Marylin) y Olivia Williams (Rya) titulada Tara Road (2005).
 
 
                         
También esto pasará, Milena Busquets, 2014.
Editorial: Anagrama
Páginas: 176

Tenía algún que otro reparo a la hora de leer este libro y es que los prejuicios a veces nos hacen tomar decisiones equivocadas. Pensé que esta novela corta sería el resultado de un entretenimiento de una hija de mamá (la madre de Milena es la afamada editora Esther Tusquets) que pasa sus veranos pijos en Cadaqués y que ahora le ha dado por escribir. Pero aparté esos recelos y hoy me alegro de haber leído esta profunda historia de dolor y aprendizaje.
 
"Cuando era niña, para ayudarla a superar la muerte de su padre, a Blanca su madre le contó un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso emperador que convocó a los sabios y les pidió una frase que sirviese para todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se presentaron ante el emperador con una propuesta: «También esto pasará.» Y la madre añadió: «El dolor y la pena pasarán, como pasan la euforia y la felicidad.»

Ahora es la madre de Blanca quien ha muerto y esta novela, que arranca y se cierra en un cementerio, habla del dolor de la pérdida, del desgarro de la ausencia. Pero frente a este dolor queda el recuerdo de lo vivido y lo mucho aprendido, y cobra fuerza la reafirmación de la vida a través del sexo, las amigas, los hijos y los hombres que han sido y son importantes para Blanca, quien afirma: «La ligereza es una forma de elegancia. Vivir con ligereza y alegría es dificilísimo.»"

Esta y otras frases y el tono de la novela, tan ajena a cualquier concesión a lo convencional, evocan aquella Bonjour tristesse de Françoise Sagan, que encandiló a tantos (y escandalizó a no pocos) cuando se publicó en 1954. Todo ello en el transcurso de un verano en Cadaqués, con sus paisajes indómitos y su intensa luz mediterránea que lo baña todo.
 
 
Las chicas, Emma Cline, 2016.
Editorial: Anagrama
Páginas: 312
 
Como ya escribí en la reseña que hice de esta novela hace unos meses y que podéis leer aquí, este libro supone un impactante debut literario de una jovencísima escritora. El ambiente sofocante de una localidad rural de California no puede estar mejor descrito.
 
"California. Verano de 1969. Evie, una adolescente insegura y solitaria a punto de adentrarse en el incierto mundo de los adultos, se fija en un grupo de chicas en un parque: visten de un modo descuidado, van descalzas y parecen vivir felices y despreocupadas, al margen de las normas. Días después, un encuentro fortuito propiciará que una de esas chicas, Suzanne, unos años mayor que ella, la invite a acompañarlas. Viven en un rancho solitario y forman parte de una comuna que gira alrededor de Russell, músico frustrado, carismático, manipulador, líder, gurú. Fascinada y perpleja, Evie se sumerge en una espiral de drogas psicodélicas y amor libre, de manipulación mental y sexual, que le hará perder el contacto con su familia y con el mundo exterior. Y la deriva de esa comuna que deviene secta dominada por una creciente paranoia desembocará en un acto de violencia bestial, extremo".
 
 
Mi color favorito es verte, Pilar Eyre, 2014.
Editorial: Planeta
Páginas: 336
 
Cuando Pilar Eyre quedó finalista del Premio Planeta 2014 con esta novela, no se lo creía ni ella, pues nunca pensó que aquella historia de amor compleja y patética que vivió pudiera interesar a alguien. Pero lo hizo. Y es una lectura perfecta para disfrutar del verano, de la Costa Brava y de Llafranc, además del humor y prosa ágil de la catalana.
 
"Pilar Eyre, una periodista madura y aún presa de una gran pasión por la vida, conoce, durante un verano en la Costa Brava, a Sébastien, un corresponsal de guerra francés de gran atractivo. Entre ellos surge un amor inesperado que los lleva a vivir tres días de intensa relación erótica y sentimental. Cuando Sébastien desaparece repentinamente, Pilar lo busca con desesperación siguiendo las pistas ambiguas que el periodista ha ido dejando a su paso, pero los resultados son cada vez más sorprendentes y misteriosos.

Esta no es una bella historia de amor crepuscular, esta es una bella historia de amor entre una mujer que se atreve a llegar hasta el límite y un hombre secuestrado por unos sentimientos imprevistos."
 
Al recoger su premio, Pilar Eyre prometió escribir sobre lo que ocurrió después de que acabara su búsqueda de Sébastien, y cumplió su promesa publicando Nomeolvides, 2015.
 
 
 
El sabor de la pepitas de manzana, Katharina Hagena, 2011.
Editorial: Maeva
Páginas: 224
 
De esta novela lo que persiste en la memoria no es la historia en sí, sino los sentidos, un mundo de olores, sabores, paisajes y recuerdos que nos transportan y nos posan con delicadeza en un jardín desde el que asistimos a la historia de estas mujeres: dulce como las manzanas pero también amarga como el sabor de sus pepitas al morderlas.
 
"Una casa heredada, un árbol y muchos recuerdos. Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas, Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su abuela.

 A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y amarga, de tres generaciones de mujeres: su abuela Bertha, que perdió la memoria tras caerse del manzano del jardín; su madre Christa, quien se trasladó al sur del país cuando se casó, manteniéndose alejada de su familia; su tía Inga, la más bella de las tres hermanas, fotógrafa de profesión, que se ha recorrido el mundo, y Harriet, la menor, a quien la muerte de una hija cambió para siempre. Iris descubre secretos familiares y busca respuestas a los enigmas de su pasado. ¿Quiénes fueron los grandes amores de sus tías? ¿Qué secreto guardaba su excéntrica abuela? ¿Y qué ocurrió realmente en la noche del accidente de su prima?"
 
 
Vacaciones con papá, Dora Heldt.
Editorial: Planeta
Páginas: 368
 
Las relaciones entre padres e hijos, cuando estos ya son adultos, a veces no son fáciles y muchas veces ponemos distancia entre unos y otros para no alterar demasiado una supuesta harmonía familiar. Pero cuando uno se ve obligado a pasar tiempo con un progenitor pueden pasar dos cosas: que estalle la tormenta o que redescubramos el placer de sentirnos protegidos como cuando éramos niños. O las dos cosas. Esta es una divertida y original historia sobre las relaciones con los padres que ninguna hija debería dejar de leer.

"«Quiero a mi padre. A ser posible con tres horas de distancia por medio. O con mi madre delante. O para tomar un café. Pero dos semanas de vacaciones juntos podían desatar turbulencias insospechadas.»

Christine y Dorothea, dos amigas en los cuarenta, se disponen a pasar unas relajantes vacaciones en una isla del mar del Norte ayudando a una amiga común a renovar su pub: deberán trabajar, sí, pero tienen por delante dos semanas de paseos por el mar, copas y risas entre amigas. Sin embargo, la madre de Christine tiene otros planes para ella... tiene que estar dos semanas en el hospital así que, para no dejarlo solo, invita a Christine a que se lleve a su padre con ellas. En cuanto Heinz pone un pie en la isla toma el mando de las obras del pub. Pero las cosas se complican cuando descubre que los isleños están tras un estafador que se esconde entre ellos. Heinz lo tiene claro: sólo puede ser Johann, el misterioso huésped del hostal que, por si fuera poco, ha conquistado el corazón de su hija."
 
 
 
El verano de los juguetes muertos, Toni Hill, 2011.
Editorial: Grijalbo
Páginas: 376
 
Una intriga policíaca siempre tiene que aparecer entre las lecturas de verano y Toni Hill nos ofrece la historia perfecta: una investigación criminal con un protagonista destacado: el sofocante calor estival de las calles de Barcelona, que, los que lo hayáis vivido lo sabréis, es como una enorme lengua caliente y húmeda que te envuelve y no te deja respirar.
 
"El inspector Héctor Salgado no está viviendo su mejor momento: superados los cuarenta, y tras haber usado una violencia excesiva en su último caso, se encuentra suspendido de empleo, apartado del día a día de comisaría, y con la obligación de acudir al psicólogo, quien deberá dilucidar si está o no en condiciones para regresar a sus funciones habituales. Además, y por si su delicada situación profesional fuera poco para él, en lo personal no está mucho mejor: su mujer le ha dejado, y la comunicación con su hijo adolescente es cada día más complicada. Así, y para mantenerlo entretenido, su jefe le propone una investigación extraoficial: la de un joven de buena familia que, según parece, se suicidó al saltar desde la buhardilla de su casa".
 
Esta es la primera entrega de la trilogía sobre el inspector Héctor Salgado. Tras ella, Hill publicó El club de los buenos suicidas (2012) y Los amantes de Hiroshima (2013).



Invitación a un asesinato, Carmen Posadas, 2010.
Editorial: Planeta
Páginas: 368

¿A quién no le gustaría recibir una invitación a una fiesta en un barco en medio del mar? Aunque tal vez, en el caso de esta historia, más nos valdría rechazarla. Un bonito guiño a la novela de la gran dama del suspense, Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express.

"Recién divorciada de su quinto marido y completamente arruinada, la perfecta y glamurosa vida de Olivia Uriarte se está yendo a pique. Con la intención de evitar el inminente declive, Olivia traza un plan minucioso para provocar su muerte… o mejor dicho, su asesinato. Un lujoso velero en mitad del océano y ocho invitados muy especiales: aquellos que, por oscuras razones del pasado, estarían dispuestos a asestar el último golpe sin dudarlo. Olivia ha dejado todo dispuesto para su gran final, incluidas aquellas pistas que deberá seguir su hermana Ágata para resolver correctamente el rompecabezas. Una tarea liberadora que la empujará a empezar de nuevo sin el peso de la sombra de su hermana.

Invitación a un asesinato supone una vuelta de tuerca a las clásicas novelas de detectives en un escenario social dominado por los nuevos ricos. Una obra repleta de humor exquisito, ingenio y una trama que juega con el lector y lanza constantes alusiones a los amantes de Agatha Christie, Conan Doyle y Hitchcock."


El verano del inglés, Carme Riera, 2006.
Editorial: Alfaguara
Páginas: 152

Otro clásico del verano son las estancias en el extranjero para aprender inglés. Ya sea para jóvenes o adultos no cabe duda que es una de las mejores maneras para aprender el idioma. La posibilidad de conocer una nueva cultura, a gente diferente a nosotros, paisajes distintos... Alejarte de tu rutina siempre va bien para mirar las cosas desde una nueva perspectiva... ¿Siempre? Que se lo pregunten a la protagonista de esta intrigante novela de la genial Carme Riera.

"¿Habla usted inglés? ¿Recuerda qué método utilizó para aprenderlo? O quizá aunque lo ha intentado muchas veces nunca ha conseguido pasar del I love you. Pero tanto si es usted ignorante como especialista en esa lengua esta novela le interesará y se sentirá cómplice de Laura Prats, su protagonista.

Una agente inmobiliaria que, cansada de comprobar que el desconocimiento del inglés le impide ascender profesionalmente, decide sacrificar las vacaciones de agosto para hacer un curso intensivo. Instalada en el caserón solitario de su profesora, la peculiar Mrs. Grose, pronto descubre que el método utilizado por ésta va más allá de la férrea disciplina. La convivencia de las dos mujeres genera una tensión que nos arrastra primero a la intriga y luego al terror.

El verano del inglés nos atrapa desde el primer capítulo, sin abandonar el libro hasta que llegamos a la última página, divertidos por las dosis de humor y a la vez horrorizados por las consecuencias del «método Grose»."


El secreto de las flores, Mercedes Salisachs, 1997.
Editorial: Plaza & Janés
Páginas: 208

Siempre es una maravilla leer a Mercedes Salisachs, la autora más longeva del mundo que estuvo en activo. Publicó su última novela (El caudal de las noches vacías) en 2013, apenas un año antes de morir, el 8 de mayo de 2014 a los 98 años. Esta historia nos vuelve a llevar a los veranos de la Costa Brava, que la autora conocía muy bien, y nos vuelve a mostrar, como siempre, que nadie mejor que ella sabe ahondar en el alma humana.

"¿Pueden hablar las flores? ¿Pueden recordar? El doctor Patricio Gallardo llega a dudarlo cuando su hijo Gregorio rompe súbita e inexplicablemente su acostumbrada y estrecha relación con él. A lo largo de las páginas de este libro se irá desvelando un complejo entramado de sentimientos en el transcurso de dos veranos, con dos personajes esenciales: el doctor Gallardo y su nieto. Con un registro delicado e intimista, Mercedes Salisachs plasma una historia de hondo perfil humano y describe, con la lírica del poeta y la precisión del arquitecto, los misteriosos hilos que el tiempo y el destino entretejen en la vida de las personas, convirtiéndolas tanto en víctimas de sí mismas como de las circunstancias."

Podéis leer aquí la reseña-homenaje que escribí sobre Mercedes Salisachs 39 años después de que la autora ganara el Premio Planeta 1975 con su magnífica e imprescindible obra La Gangrena.


Un creuer fora de sèrie, Sílvia Soler, 2011
Editorial: Columna
Páginas: 160

En todas vacaciones de verano que se precien tiene que haber un crucero. Y este viaje de Oriol y María y su gran familia nos hará pasar unas horas la mar de divertidas. El libro se lee en una tarde y, si os sobra tiempo, podéis leer la primera parte de las aventuras de esta peculiar familia, Una familia fuera de serie.

"La familia XXL de Oriol y María se embarca en el Perla del Mediterráneo, tal y como decidieron tras cobrar la herencia de la tía Antigua. El barco los llevará a Roma, Mónaco, Venecia, Nápoles... y, para algunos, será el barco del amor. Chari se lía con el médico del barco, las adolescentes se enamoran de Sandro, el cantante que ameniza las noches del crucero y Mar, la hija de Oriol, encuentra al amor de su vida, Gaël, un pijo muy educado y, en palabras de María, rico que te cagas. Todo se complica, o no, cuando Mar y Gaël deciden casarse... Si sois de los que os apuntáis a un crucero cada verano, os reiréis mucho. Y si sois de los que no os apuntaríais por nada del mundo, os reiréis todavía más."


El último verano en la isla, Johan Theorin, 2014.
Editorial: Random House
Páginas. 504

Aunque cueste creerlo, en Escandinavia también existe el verano. Y Theorin, uno de los mejores autores de novela negra de toda aquella hornada que llegó hace unos años del frío, nos transporta de forma fulminante y brillante a la espectacular y casi mágica isla de Öland. La ambientación del autor es espectacular y la historia nos cuenta que el verano en la isla es de todo menos tranquilo.

"El verano se presenta tranquilo y placentero en la isla sueca de Öland. Sin embargo, el paisaje y las costumbres han cambiado: hace años era un lugar familiar y modesto, donde muchos veraneaban en el camping regentado por el bueno de John, pero ahora parece que los turistas prefieren el lujoso balneario de la familia Kloss. El viejo y entrañable Gerlof pasa el verano allí, cuidando de sus nietos, cuando se producen una serie de terribles incidentes que, una vez más, le obligarán a tomar medidas drásticas."

Éste es último libro del llamado Cuarteto de Öland; los tres anteriores se sitúan cada uno en una estación diferente: otoño, invierno y primavera. El paisaje, aunque cambiante, siempre es el mismo, la isla que el autor visitó todos los veranos de su infancia junto a sus abuelos.


Chesil Beach, Ian McEwan, 2008.
Editorial: Anagrama
Páginas: 192

Una triste historia en una preciosa playa, Chesil. A principios de los años 60 las parejas todavía se casaban sin tener ningún tipo de experiencia sexual. Los miedos y los tabúes, las palabras no dichas, los gestos a destiempo pueden conducir al fin de un matrimonio cuando éste ni siquiera ha comenzado.

"Tienen poco más de veinte años y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares. Florence es una chica de clase media alta, su padre es un exitoso hombre de negocios y su madre una activa profesora universitaria. Edward, en cambio, pertenece a una familia que apenas se sostiene en la zona baja de la clase media; su padre es maestro y su madre, tras un insólito accidente, vive desde hace años en una nebulosa. Florence es violinista y Edward ha estudiado historia. Y ambos son inocentes, y vírgenes, y se aman. Es un día de julio de 1962, un año antes de que, según Philip Larkin, en Inglaterra se empezara a follar, cuando El amante de Lady Chatterley aún estaba prohibido, no había aparecido el primer LP de los Beatles y el tsunami de la revolución sexual no había llegado a esas costas. Edward y Florence se han casado y van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach y lo que sucede esa noche entre estos dos inocentes, en unos años donde hablar sobre problemas sexuales era imposible, es la materia con que McEwan construye su chejoviano, delicadísimo, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo y también de una época, con sus discursos y sus silencios."


El verano que empieza, Sílvia Soler, 2013.
Editorial: Planeta
Páginas: 224

Vuelvo a incluir en esta lista a Sílvia Soler porque este libro merece estar en cualquier lista de libros que hay que leer. En esta ocasión, Soler aparta las risas de su familia y su crucero fuera de serie y nos narra la historia de dos familias unidas y separadas por el dolor. Con la noche de San Juan como telón de fondo, el inicio del verano y las ilusiones que éste nos trae, la autora catalana nos cautiva sin remedio.

"Los Reig y los Balart llevan más de cincuenta años celebrando juntos la noche de San Juan. Las vidas de Julia y Andreu, avanzando siempre en paralelo, han conocido la felicidad y el desconsuelo, el amor y el desamor, la alegría y la decepción. Pero nunca han fallado a la cita de San Juan. El verano que empieza es una emotiva y luminosa novela que aborda el delicado equilibrio entre la alegría y la tristeza, forjado a partir de la necesidad de sobrevivir a la tragedia y la importancia de amar y de sentirse amado."


Lo que esconde tu nombre, Clara Sánchez, 2010.
Editorial: Destino
Páginas: 300

La costa levantina nos remite siempre a un paisaje de luz, mar, arena y felicidad, pero por sus playas transitan en aparente calma apacibles personajes que esconden un alma negra y un pasado todavía más oscuro.

"Sandra ha decidido retirarse a un pueblo de la costa levantina: ha dejado el trabajo y, embarazada, pasa los días intentando aplazar la decisión de qué hacer con su vida. En la playa conoce a un matrimonio de octogenarios noruegos que parecen la solución a los problemas de Sandra.

Julián, un anciano que acaba de llegar de Argentina, superviviente del campo de exterminio de Mauthausen, sigue paso a paso las idas y venidas de los noruegos. Un día Julián aborda a Sandra y le revela detalles de un pasado que a Sandra sólo le suenan por alguna película o algún documental: horrores en blanco y negro que no tienen nada que ver con ella. Aunque el relato de Julián le parece a Sandra descabellado, empezará a mirar de una forma nueva a los amigos, las palabras y los silencios de la pareja de ancianos, sin darse cuenta de que el fin de su inocencia está poniendo su vida en peligro."


La playa de los ahogados, Domingo Villar, 2009
Editorial: Siruela
Páginas: 448

La costa gallega es indudablemente preciosa, pero también peligrosa. Domingo Villar nos lleva por las vidas singulares de los habitantes de un pueblo gallego turístico y marinero y nos cuenta sus secretos. En esta ocasión también tenéis la opción de ver la película homónima de 2015 protagonizada por Antonio Garrido, Carmelo Gómez y Marta Larralde, entre otros.

"Una mañana, el cadáver de un marinero es arrastrado por la marea hasta la orilla de una playa gallega. Si no tuviese las manos atadas, Justo Castelo sería otro de los hijos del mar que encontró su tumba entre las aguas mientras faenaba. Sin testigos ni rastro de la embarcación del fallecido, el lacónico inspector Leo Caldas se sumerge en el ambiente marinero del pueblo, tratando de esclarecer el crimen entre hombres y mujeres que se resisten a desvelar sus sospechas y que, cuando se deciden a hablar, apuntan en una dirección demasiado insólita. Un asunto brumoso para Caldas, que atraviesa días difíciles: el único hermano de su padre está gravemente enfermo y su colaboración radiofónica en Onda Vigo se está volviendo insoportable. Tampoco facilita las cosas el carácter impulsivo de Rafael Estévez, su ayudante aragonés, que no acaba de adaptarse a la forma de ser del inspector."


Casa de verano con piscina, Herman Koch, 2012.
Editorial: Salamandra
Páginas: 352

"Próspero médico de cabecera en Ámsterdam, Marc Schlosser ejerce su profesión con cierta dosis de cinismo. Su nutrida clientela valora especialmente el tiempo que dedica a las consultas, pero esta aparente generosidad esconde unas intenciones menos nobles, que Marc disimula con habilidad. Cuando uno de sus pacientes, el famoso actor Ralph Meier, lo invita a pasar unos días de verano junto a su familia, Marc acepta pese a las reticencias de Caroline, su esposa, molesta por la arrogante vulgaridad de Ralph y su actitud de seductor irresistible. Así, los Schlosser y los Meier, con sus respectivos hijos adolescentes, compartirán con un maduro director de Hollywood y su novia, cuarenta años más joven, una casa con piscina a pocos kilómetros de una playa mediterránea. Los días transcurren con apacible monotonía, entre comidas, paseos, largas conversaciones de sobremesa, excesos con el alcohol y flirteos más o menos inocentes, hasta que una noche se produce un grave incidente que interrumpirá las vacaciones y cambiará para siempre la relación entre las dos familias."


Hijas del verano, Lisa-Maria Seydlitz, 2013.
Editorial: Bruguera
Páginas: 176

"A través de una carta anónima, Juno descubre que su padre le ha dejado en herencia una casa en la Bretaña cuya existencia ella desconocía. Contrariamente a lo esperado, Juno no es la única interesada en la casa: en esta vive ahora Julie, una camarera francesa que recibe a menudo la visita de su vecino, Jan, un arquitecto alemán. Juno viajará a la Bretaña, donde deberá mirar atrás para comprender la verdad sobre su familia y su pasado, sobre la historia oculta que se escondió durante demasiado tiempo bajo una aparente infancia feliz. Juno rescatará aquel momento en que todo cambió, aquel secreto que alteró, sin ella saberlo, su vida para siempre. Empieza el verano, empieza una nueva vida."



El verano mágico en Cape Code, Richard Russo, 2010.
Editorial: Alfaguara
Páginas: 320

Si hay un lugar mítico de veraneo en el hemisferio norte ese es Cape Cod, en el estado de Massachusetts. Hay numerosas novelas ambientadas en ese espectacular entorno: Mary Higgins Clark o Abigail Reynolds enmarcan muchos de sus libros allí. Y más cerca nuestro, Daniel Sánchez Arévalo también sitúa su premiada La Isla de Alice es ese paraje inigualable. Si tenéis ocasión de visitarlo no lo dudéis, sus puestas de sol son las más hermosas que he visto jamás.

"Hace 30 años, durante su luna de miel en Cape Cod, Jack y Joy Griffin trazaron un plan de futuro que, en gran parte, se ha cumplido. Ahora los dos están de vuelta en Cape Cod –donde, además, él pasaba los veranos de su niñez– para celebrar el matrimonio de la mejor amiga de su hija Laura. Jack se dedica a dar vueltas en el coche con las cenizas de su padre en el maletero mientras su madre le llama con frecuencia al móvil. El novio de Laura parece prometedor y un año después, en la boda de su hija, Jack tiene otra urna de cenizas en el coche, y Joy y él han ido con nuevas parejas… Russo retrata la ambigüedad de los sentimientos familiares y el difícil camino hacia el autoconocimiento."


Las lágrimas de San Lorenzo, Julio Llamazares, 2013.
Editorial: Alfaguara
Páginas: 200

«-Cada estrella que pasa -dijo Otto- es un verano de nuestra vida.
-No -le corrigió Nadia, su novia, sin dejar de mirar al cielo-. Cada estrella que pasa es una vida.»

Un profesor de universidad que ha rodado por Europa como una bola del desierto sin echar raíces en ningún lugar regresa a Ibiza, donde pasó sus mejores años de joven, para asistir junto con su hijo, del que vive separado hace ya tiempo, a la lluvia de estrellas de la mágica noche de San Lorenzo. La contemplación del cielo, el olor del campo y del mar y el recuerdo de los días pasados desatan en él la melancolía, pero también la imaginación.

«-¿La has visto? -me dice Pedro, mirándome.
-Sí -le respondo yo. Da igual que la viera o no. Al niño le da lo mismo que sea verdad o mentira y, en el fondo, prefiere que le mienta con tal de compartir su emoción conmigo. Le he traído hasta aquí arriba para verlas. Lejos de las construcciones que ocupan toda la isla y cuyas luces alumbran la lejanía como si fuera un cielo invertido. Es imposible escapar de ellas por más que uno se aleje de donde están