9/10
Anoche, como cada 15 de octubre, se falló en Barcelona el Premio Planeta. En esta ocasión hay que felicitar a Carlos Zepeda Patterson, ganador, y a Pilar Eyre, finalista, por sus galardones.
Para celebrar este día, hoy quiero comentar un libro que leí hace ya muchos años y que, para mí, supuso el descubrimiento de una autora magnífica: Mercedes Salisachs. La Gangrena ganó el Premio Planeta en 1975, y éste fue el primero de muchos libros suyos que he leído. Más que una reseña, hoy quiero rendir un pequeñísimo homenaje a esta gran escritora que murió el pasado mes de mayo a los 97 años.
La Gangrena nos narra la vida de Carlos Hondero desde su infancia, en la posguerra española, hasta que se convierte en un rico industrial barcelonés en los años 70. La historia, a priori, puede parecer obvia: ¡cuántos libros hay que nos relatan de forma novelada la historia reciente de España! Pero la grandeza de Salisachs reside en la profundidad que da a sus personajes, cómo nos los presenta, cómo empezamos a conocerlos, a quererlos o a odiarlos, y cómo es capaz de ir adentrándose en su alma de forma sublime. A mi entender, es la escritora que mejor conoce el alma humana: sus grandezas y, por encima de todo, sus miserias. Y es aquí donde nos atrapa, porque pone voz y palabras a sentimientos a los que nos cuesta enfrentarnos, a los que, muchas veces, ignoramos o, en el peor de los casos, negamos. Nadie como ella sabe del amor y del dolor, de la alegría y de la pena profunda, de esa negrura del alma a la que nos cuesta asomarnos. Supe hace poco que su fuente de inspiración para escribir fue la muerte de su hijo Miguel a los 20 años a causa de un accidente de tráfico, que ese hecho supuso el inicio de un descenso atroz a los infiernos. Y puedo decir, a tenor de sus novelas, que ése fue un viaje fructífero, pues todos y cada uno de sus libros saben tocar una fibra en nuestros corazones que nos hace cuestionar si realmente hay "un mal que nos roe por dentro, una gangrena que tal vez se llame vivir", (epígrafe extraído de La Gangrena).
Acerca de la autora:
Mercedes Salisachs, hija de un rico industrial barcelonés, Pedro Salisachs Jané, y de Sofía Roviralta Astul, recibió una educación esmerada y
liberal-conservadora. Estudió peritaje mercantil en la Escuela de
Comercio y en 1935 se casó con otro rico industrial de la Casa Burés,
también perito mercantil, fallecido en 1993. Con él tuvo cinco hijos,
el segundo de los cuales, Miguel, murió en un accidente automovilístico
en Francia con tan solo 21 años, siendo la fuente de inspiración para
una de sus más conocidas novelas, La gangrena, con la que obtuvo el Premio Planeta en 1975.
Trabajó como directora editorial de Plaza & Janés y como decoradora.
Escribió algunas historias románticas durante su adolescencia, aunque su primera novela publicada -de la que no se retractó- fue Primera mañana, última mañana (1955), que la escribió con el seudónimo de María Ecín. Sufrió la intransigencia de la censura durante la dictadura franquista. En 1956 ganó el premio Ciudad de Barcelona con la obra Una mujer llega al pueblo, en 1983 el premio Ateneo de Sevilla con El volumen de la ausencia y en 2004 el premio Fernando Lara con El último laberinto. Cuenta también en su haber con la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (1999).
Con una veintena de nietos y un buen número de bisnietos, también ha sido importante su aportación a la literatura infantil.